Conozco y admiro a todo tipo de mujeres, como diría Pedrito Fernandez:
“las altas y las chaparritas,
las flacas las gordas y las chiquititas.
Solteras y viudas y divorciaditas…”
Pero este fin de semana redescubrí, otro tipo de mujer que el autor de “El aventurero” Jesús Francisco Flores Pereyra, alias “Paco Muchel”, olvidó mencionar en su canción. Olvidó a ésta mujer que va en contra de la tan arraigada idea (en nuestra sociedad mexicana) de que toda mujer necesita un hombre para ser feliz en la vida.
Esa mujer a la que muchos llamarían “cabrona”, “con huevos”, o “con pantalones”, yo solía llamarla desde niña, Nalle, como diminutivo de Nallely; pero ahora que descubrí un nuevo ser en ella y me atrevo a llamarla Lilith.
Esa mujer a la que muchos llamarían “cabrona”, “con huevos”, o “con pantalones”, yo solía llamarla desde niña, Nalle, como diminutivo de Nallely; pero ahora que descubrí un nuevo ser en ella y me atrevo a llamarla Lilith.
Foto de la boda de mi tía Alma, en la que todas las sobrinas fuimos damitas.
La primera de izquierda a derecha y que sostiene una canasta es Nallely.
Y yo soy la que esta frente a la novia, la del moño gigante.
Se preguntaran, ¿porqué Lilith?
Hace dos años escuché por primera vez de éste bello personaje, en un programa de radio, en el cual estaban presentando el libro de “Las hijas de Eva y Lilith”. La conversación entre las conductoras del programa y la autora del libro, me incitó a buscar en Wikipedia quien era Lilith y por el momento sólo con estas palabras me quedé:
Hace dos años escuché por primera vez de éste bello personaje, en un programa de radio, en el cual estaban presentando el libro de “Las hijas de Eva y Lilith”. La conversación entre las conductoras del programa y la autora del libro, me incitó a buscar en Wikipedia quien era Lilith y por el momento sólo con estas palabras me quedé:
“Lilit (del hebreo: לילית) es una figura legendaria del folclore judío, de origen mesopotámico. Se le considera la primera esposa de Adán, anterior a Eva. Según la leyenda (que no aparece en la Biblia pero si en los libros judios), fue abandonada por Adan para irse a el Edén. Luego se instaló junto al mar Rojo, junto a sus hijos, y allí se unió con Samael o Satanás, que llegó a ser su amante. Más tarde, se convirtió en un demonio que se une a los hombres como un súcubo, engendrando hijos (los lilim) con el semen que los varones derraman involuntariamente cuando están durmiendo (polución nocturna). Se le representa con el aspecto de una mujer muy hermosa, a veces alada. Se le dio estas cualidades demoníacas para asustar a los niños Judíos.”
Pero hace un mes, después de un año y medio de acusaciones falsas hacia mi persona, llegó a mi un chisme, la calumnia que exaltó mi furia de una manera volcánica; y mientras reinaba mi coraje, el poder del destino, materializado en la sabiduría de un amigo, trajo a mis manos el maravilloso libro de: “Hambre de hombre” de la autora Anamar Orihuela.
Libro que además de aplacar mi enojo, por fin me llevó a conocer de una vez por todas la historia de Lilith, además de comprender él porqué algunas personas se tomaron tanto tiempo en calumniarme.
¡me cagan los chismes! Foto tomada por Roberto Cárdenas, en año de 2018.
Según un mito hebreo, Lilith fue la primera mujer de Adán, creada del mismo barro que él y bendecida por el creador del mismo modo que él.
Al mirarse por primera vez, se contemplaron como iguales y al momento, desearon estar juntos; pero en este primer encuentro sexual, Adán quizo imponerse y someterla. Él arriba y ella abajo, en la posición sexual, pues quedaba claro que de esa manera el tendría el poder de ella en sus manos.
Al mirarse por primera vez, se contemplaron como iguales y al momento, desearon estar juntos; pero en este primer encuentro sexual, Adán quizo imponerse y someterla. Él arriba y ella abajo, en la posición sexual, pues quedaba claro que de esa manera el tendría el poder de ella en sus manos.
Posteriormente, Lilith intentó estar arriba y Adán se rehusó, a lo cual ella le contestó: “Si somos iguales, puesto que nacimos al mismo tiempo ¿porqué he de estar yo abajo y tu arriba?”. Al ver la respuesta negativa en la actitud de Adán, Lilith salió corriendo y huyó al mar.
Adán al no poder hacer nada por detenerla, acudió a su creador, pidiendo que la trajera de nuevo a él.
Adán al no poder hacer nada por detenerla, acudió a su creador, pidiendo que la trajera de nuevo a él.
De inmediato, su Dios envió a tres ángeles por ella y cuando la encontraron en las orillas del mar, le pidieron en nombre de Dios y por el enfado de Adán, que como mujer, debía regresar, obedecer al varón y someterse a él. Por su puesto ella no estuvo de acuerdo y abandonó para siempre el paraíso, refugiándose en la obscuridad de la luna. Y versículos más adelante el creador, preocupado de que el hombre estuviera tan sólo, creó a Eva de la costilla de Adán, para que ésta, si se sometiera a él.
Esta creación, sólo diluyó la bella imagen de Lilith, en la de una mujer promiscua que había mantenido relaciones sexuales con las almas del mar muerto, antes conocidas como almas diabólicas. Esto, aunado a la tarea, encomendada por los demonios, de matar a los descendientes de Eva durante los primeros días de vida, conocido como la “muerte de cuna”, convirtieron la historia de Lilith en la historia del ser femenino más odiado por las mujeres desde el siglo III a. C.
Nallely, es como aquella mujer decidida, que pone límites a su pareja; aquella que en silencio es rebelde y libre; aquella que en su trabajo, como la “reina del sur” se hace independiente y empoderada. Aquella que por no tener la imagen de una Eva, sumisa, recatada, culpable y luego obediente, no es aceptada por muchas mujeres.
Criada con el ejemplo de una madre que también es considerada una mujer Lilith, Nalle, es intuitiva, con una gran certeza interior; une a las personas y sabe ser líder.
Los pequeños de Nallely, Foto tomada en el 2019.
Es madre de dos hijos, a quienes educa con mucha responsabilidad; y también es esposa de un hombre que la engrandece. A ella no le hace falta ser masculinizada como una mujer "buchona", porque no necesita ser masculina para ser exitosa en su trabajo o para no sentir miedo. Ella ha elegido seguir siendo femenina para unirse a su pareja como “energía complementaria”; porque ella sabe que ambos tienen sus cualidades para conseguir el equilibrio en su familia; juntos son una unidad, ni rivales, ni uno más fuerte que el otro; si no más bien, como el Ying y el Yang.
Foto de Nallely y su pareja, foto tomada en el 2018.
Esta hermosa mujer, me dejó ser parte de su universo místico por un día. Por un día me adentré a lugares desconocidos para mi, tanto espirituales como físicos. Entrar a sus “templos espirituales” me presentaron con su mujer fuerte y con su mujer sensible, ambas sanamente, equilibradas e integradas en una misma, siendo sólo Nallely, la única capaz de regular a ambas.
Su mujer fuerte, sabe reconocer y aceptar que tiene momentos de debilidad y que necesita ayuda, mientras que su mujer sensible puede sentirse apoyada y protegida por si misma y al integrarlas logra enfrentarse a la vida como una súper mujer.
Físicamente me llevó a cuatro sitios, maravillosos para mis ojos de arquitecta: Allende, Linares, Santiago y Montemorelos. Los cuatro, al sur de la ciudad de Monterrey y municipios del estado de Nuevo León, que cuentan, hoy en día con una riqueza patrimonial impresionante en cuanto a “la arquitectura de la vivienda regional de Nuevo León”. Estos cuatro sitios hicieron que el sábado pasado, abriera mis ojos para comprender una parte muy importante de mi tesis doctoral.
Como resultado de, la fundación y de la labor de poblar la ciudad de Monterrey, llegaron españoles, civiles y franciscanos, trayendo consigo “tlaxcaltecas”, como: aliados para pacificar el territorio y mano de obra; y africanos, quienes realizaban los trabajos pesados debido a que no se logró esclavizar a los “chichimecas”. Todo el territorio noreste estuvo ocupado por indios chichimecas, un grupo semi-nómada en busca de alimento, que vivían en constante movimiento, construyeron espacios temporales a falta de refugios naturales. Éstas primeras construcciones eran austeras y de formas simples, construidas con materiales naturales de la región como: palos ramas y hierbas. La facilidad de construir con este sistemas constructivo lo convirtió en uno de los más usados, durante el siglo XVI por los españoles recién llegados.
A su vez, la presencia de, tlaxcaltecas y africanos, trajo consigo otros sistemas constructivos para vivienda principalmente de tierra. El sistema constructivo en el que se usaba el “adobe” se basaba en una masa de barro mezclada con paja o pasto seco; dicha mezcla se usaba, tanto para darle forma de ladrillo como para el mortero que uniría las piezas para levantar los muros. En cambio el “baharque” era un sistema basado en una estructura interna de palos y varas entretenidos, aglutinados con barro para mantener la consistencia de la construcción.
A pesar de que parecerían sistemas un poco mas sólidos, muchas de la construcciones hechas con estos materiales terminaban en la ruina por las inundaciones o las subidas de los ríos, que sucedían con mucha frecuencia en Monterrey y en otras poblaciones. Por lo que más adelante se dio preferencia al uso de los sistemas constructivos traídos por los españoles, castellanos y franciscanos. Y fue justo estas construcciones las que me encontré en estos cuatro bellos pueblos de Nuevo León.
Imágenes extraídas del Diccionario visual de arquitectura / Francis D. K. Ching.
El modelo castellano en Nuevo León en vivienda se caracteriza por las formas derivadas de cubos, cilindros y esferas. Muros sólidos y gruesos, recubiertos con morteros de arena y tierra, acabados con lechadas a la cal. Ventanas y puertas pequeños y enrejados, con una apariencia adornada a base de molduras, jambas, arcos de medio punto y adintelados y uso de claves en las coronas de los arcos.
Fotografía tomada en Santiago Nuevo León, en la calle entre la calle Treviño y Manuel A. González.
Y las preferencias arquitectónicas de los franciscanos como: las formas masivas, austeras, sólidas y sencillas; el predominio de un mismo material y textura; la apariencia monolítica y monocromática, así como la funcionalidad y confort interior.
Fotografía tomada en Santiago Nuevo León, en la calle entre la calle Treviño y Porfirio Díaz.
Estaré por Monterrey un par de semanas, por una movilidad académica que enriquezca mi intelecto y me permita llenar las lagunas de información que hay en mi tesis de doctorado y por una congreso al que asistiré para dar a conocer algunos pormenores de la vivienda obrera en Monterrey.
Pero con los pocos días que llevo por aquí me he dado cuenta que esta estancia por mi terruño me ha servido no sólo para alimentar mi mente y mi corazón, si no también mi pasión por la arquitectura y el patrimonio de Nuevo León; y para dejar a la suerte el reencontrarme con las personas indicadas: familia, amigos, conocidos, maestros, compañeros o demás seres queridos que puedan enseñarme muchísimo más en vida.
Gracias Nalle, porque de niñas me dejaste salvarte de una mordedura de un perro y hoy tu me llenaste de mucha inspiración para seguir adelante con mis sueños. Te quiero y te llevaré en mi corazón siempre como una hermana más.
Nallely y la Regia taqueando, el sábado 13 de abril del 2019.
*Si requieren más información acerca de la arquitectura regional de Nuevo León, Consulten los siguientes libros:
FLORES, A. (1998). Calicanto: marcos culturales en la arquitectura regiomontana, siglos XV al XX. Monterrey, Nuevo León, México: Universidad Autónoma de Nuevo Leon, UANL.
TAMEZ, A. (2009). El centro de Monterrey: arquitectura y crecimiento metropolitano. (4ª Edición). Monterrey, Nuevo León, México: Universidad Autónoma de Nuevo León, UANL.








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